Lucía Alemán: la artista de las flores que quiere ser un cactus

A cualquier lugar donde Alan iba a trabajar, la mayor de sus dos hijas lo acompañaba. “Él no tenía paciencia para enseñar, pero yo me fijaba como lo hacía y siempre le puse interés porque esto ya me gustaba”, expresa Lucía.

Durante tres años, Lucía trabajó de forma independiente en decoración floral para eventos hasta que por recomendaciones, Inatec la contactó para dar clases de floristería. En 2016, gracias a su éxito enseñando, la dueña de una floristería la llamó y por tantos años de experiencia a pesar de ser tan joven, obtuvo su primer empleo formal. Pero tres años después pensó impulsar su propio negocio.

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Triunfar en redes sociales en plena pandemia

Con el objetivo de iniciar su propia empresa, a mediados de 2019 Lucía y su esposo crearon un canal de Youtube, una página en Facebook y una cuenta en Instagram. Sin embargo, en febrero de 2020 la floristería donde Lucía trabajaba cerró y cuando ya estaba decidida a alquilar un local para establecer su negocio, estalló la pandemia.

“A pesar de todo la pandemia nos ayudó. Yo pensé que no íbamos a tener clientes, pero el negocio online ya había tomado su rumbo y nos conocían en Masaya, Managua y Diriamba que es donde hacemos entregas. Y si bien los eventos se suspendieron, las personas que estaban separadas por la cuarentena querían enviarle algún presente a sus seres queridos y nosotros servíamos de canal.

También pasó que las flores no estaban entrando al país y teníamos que sustituir una cosa por otra, pero los clientes fueron bastante comprensivos. Siempre nos mantuvimos trabajando”, cuenta Lucía.

En la actualidad, Lucía tiene más de tres mil seguidores en Facebook y casi 1,800 suscriptores en su canal. Ella no rechaza trabajo y además de tener su empresa, sigue decorando eventos subcontratada por otras personas del gremio.

“Tenía que buscar la manera de superarme”

Lucía estudió la carrera técnica de Higiene y epidemiología, pero debido a los problemas económicos de su familia, no pudo graduarse. “Uno de mis lemas es que cada día podemos aprender algo nuevo y si no salimos adelante con una cosa, va a ser con otra. Yo aparte de las flores hago manualidades y bouquets de globos”, comenta Alemán quien es madre de dos hijos: Stephany Alexandra de once y Eliab Gabriel de tres años.

Pese a la escasez que experimentó en su infancia, Lucía afirma que nunca pensó negativamente “porque no me iba a quedar en ese estado siempre. Tenía que buscar la manera de superarme”. Y esa clave de superación ha estado en “quedar bien con los clientes porque este es un trabajo por recomendaciones”, puntualiza.

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El mejor aliado está en casa

Cabe destacar que en esta historia hay alguien más que aprende algo nuevo cada día: Juan Carlos, el marido de Lucía. Él está desempleado y se encarga de atender a los niños, del manejo de las redes sociales y de la edición de los videos de Youtube.

“Mi esposo estudió tres años de Arquitectura, pero sabe sobre publicidad porque investiga, se mete a Youtube, busca y ha aprendido todo de manera empírica”, señala. Con ese empirismo, pero con mucho esfuerzo han logrado que, por ejemplo, uno de sus videos de Youtube tenga más de 20 mil y otro más de 31 mil vistas.

Habiendo manipulado y conocido tantas flores desde que era niña, me surge una última curiosidad. “Si fueras una flor, ¿cuál serías?”. Ella responde sin dudar. “Pues de hecho ninguna flor, sería un cactus. Me gustan los cactus porque si hay agua están bien, si están en lo seco están bien. O sea que a pesar de las adversidades siempre se mantienen”.