El 19 de marzo de 2015, BBC Mundo publicó una entrevista al empresario chino Wang Jing. Por aquel entonces, Wang era un hombre muy buscado por los grandes medios internacionales; se había autoimpuesto el reto de cortar Nicaragua en dos para construir un canal interoceánico más del triple de largo, el doble de profundo y en su parte más angosta casi el triple de ancho que el Canal de Panamá.

Con solo ver los números, cualquier persona sensata podía darse cuenta que el proyecto era una farsa, una estafa o una estupidez. Sin embargo, muchos creyeron en él, entre ellos avezados empresarios criollos que viajaron a China, supuestamente cortesía de Wang, y regresaron maravillados. Quizá les convenció la confianza que derrochaba el chino, quien dijo a BBC Mundo en aquella entrevista de marzo 2015: "No puedo dejar que el proyecto se convierta en un hazmerreír internacional".

Al día de hoy solo faltan seis meses para que se cumpla el plazo que Wang dio –cinco años– para construir el megaproyecto, sin embargo, la única obra realizada fue rehabilitar un camino de tierra de seis kilómetros que ya hace muchos años se perdió.

Se le acabó el tiempo para buscar dinero

Pero ese no es el único plazo que se ha vencido. El 14 de junio de 2019 se cumplen seis años desde que fue firmado el Acuerdo Marco de Concesión e Implementación (MCA) para el Gran Canal Interoceánico de Nicaragua, entre Daniel Ortega, en representación del Estado, y Wang, concesionario de la obra. Seis años era el plazo que Wang tenía para encontrar financiamiento.

El acuerdo establece como una de las causas para retirarle la concesión la “imposibilidad de lograr cierre financiero de subproyecto” o, en otras palabras, el no conseguir el dinero para la construcción.

Aquí parte de lo que dice el MCA en su cláusula 15.2:

"Si respecto a un Sub Proyecto (que no sea el Proyecto de Infraestructura Asociada y el Proyecto Marco), el Cierre Financiero de Sub-Proyecto para dicho Sub-Proyecto no ha ocurrido dentro de setenta y dos (72) meses a partir de la Fecha Efectiva (...) Entonces, el Gobierno o el Patrocinador correspondiente tendrán el derecho de terminar la Concesión para tal Sub-Proyecto y todos sus derechos, beneficios y obligaciones según el presente Acuerdo".

¿Qué procede?

Primero hay que aclarar que esto no significa que la ley es, debe, o será derogada. Lo único que deja claro es que Wang no pudo encontrar el dinero para la construcción del Canal de Nicaragua y el Estado puede quitarle la concesión.

El cumplirse este plazo el Estado de Nicaragua tiene que notificar a Hong Kong Nicaragua Canal Development​ (HKND) sobre la rescisión, es decir que el MCA actúa como cualquier contrato que se puede dar por terminado, explica el exparlametario Eliseo Núñez.

“Esto puede ser por voluntad entre las partes. Básicamente no se puede dar unilateral. Se notifica unilateralmente, pero tenés que hacerlo (la rescisión) por voluntad entre ambas partes”, señala.

Según Núñez, de haber un desacuerdo entre las partes hay un mecanismo de solución que es el establecido a través de un centro de arbitraje en Londres, el cual se establece en el mismo MCA. Pero parecería difícil que Wang, quien ha estado desaparecido por más de dos años, quisiera insistir en el proyecto.

“Luego de eso, tendría que venir la derogación de la Ley 840 o, si el Estado lo prefiere, tiene la facultad de hacer él la obra o de encargárselo a otra compañía, lo cual es muy irreal en estas circunstancias”, asevera Núñez.

Régimen no derogará ley del gran canal

Sin embargo, aún si se le rescinde el contrato a Wang, Núñez recuerda que es imposible con el Parlamento, controlado por el régimen orteguista, derogue la Ley 840. Contrario a esto, el exdiputado ve la posibilidad que el régimen extienda el plazo del acuerdo.

“¿Si se puede extender? Claro, todo contrato tiene la probabilidad de extenderse y como la ley se estructuró de tal manera que le da a la famosa ‘Autoridad del Canal’ grandes facultades, perfectamente pueden extenderlo y prolongar este calvario por muchos años más”, indica.

¿Pondrán como excusa la rebelión de abril?

Aunque Wang y HKND no realizaron una sola obra real entre diciembre de 2014 y abril de 2018, cabe la posibilidad que la resistencia cívica sea usada como excusa pues el inciso que se refiere a la terminación del contrato por falta de financiamiento establece que “dicho plazo se ampliará por un día, por cada día que se impida el Cierre Financiero del Proyecto como resultado de un Evento de Fuerza Mayor, Evento de Incumplimiento del Gobierno, o Situación de Evento Desestabilizante”.

El MCA establece como “evento desestabilizante” a los “casos de fuerza mayor por razones políticas... En tanto se llevaren a cabo en Nicaragua o estuvieren directamente relacionados con Nicaragua o cualquier Entidad Gubernamental, cualquier acto de guerra (declarada o no declarada), invasión, conflicto armado, acto de enemigo extranjero o un acto de terrorismo, bloqueo, embargo, disturbios, desórdenes públicos, manifestaciones violentas, insurrección, rebelión, conmoción civil y sabotaje”, menciona el MCA en su cláusula 14.

Lo anterior abre la posibilidad al régimen de interpretar la crisis desde abril de 2018 como una evento de desestabilización y así intentar darle oxígeno al contrato con HKND. Aunque lo más probable es que el Gobierno simplemente deje pasar la fecha sin más.

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