Distopía

¿Por qué hay temor ante un arrasador triunfo de Bukele en las legislativas de El Salvador?»

¿Por qué hay temor ante un arrasador triunfo de Bukele en las legislativas de El Salvador?

Lucydalia Baca Castellón

@bacalucydalia

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El Salvador celebrará elecciones el próximo 28 de febrero. Las encuestas auguran un inminente triunfo del partido Nuevas Ideas del presidente Nayib Bukele

En medio de las medidas restrictivas impuestas por la pandemia y un ambiente prelectoral que según la Conferencia Episcopal está contaminado por la falta de dialogo, el irrespeto al adversario, la intolerancia y el desprecio, El Salvador celebrará elecciones el próximo 28 de febrero. Las encuestas auguran un inminente triunfo del partido Nuevas Ideas del presidente Nayib Bukele.

El posible triunfo de Nuevas ideas ha despertado el temor de un sector de la sociedad salvadoreña. Consideran que, al conseguir el control de la Asamblea Legislativa, Bukele utilizará a los diputados de su partido para concentrar el poder. Lo haría a través de la eliminación de los controles y contrapesos del Poder Legislativo que caracterizan a la democracia.

Pero sus aliados consideran que el control del Legislativo garantizará que el gobernante pueda concretar gran parte de los proyectos que prometió durante su campaña; entre ellos un aeropuerto y un tren.

En la elección del 28 de febrero los salvadoreños elegirán a:

  • 84 diputados de la Asamblea Legislativa y sus respectivos suplentes
  • 20 diputados del Parlamento Centroamericano y sus suplentes
  • 262 alcaldes
  • 262 síndicos
  • 1420 regidores y
  • 1048 regidores suplentes

Las encuestas dan triunfo a Bukele

Actualmente la Gran Alianza Nacional por el Cambio (Gana), que llevó a Bukele al poder, solo cuenta con 11 de los 84 diputados. Del resto, 72 pertenecen a partidos tradicionales repartidos entre la Alianza Republicana Nacionalista Arena (Arena) y sus aliados; a los que se suman los del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).

Pero los resultados de las más recientes encuestas realizadas por el Instituto Universitario de Opinión Pública (Iudop) de la Universidad Centroamericana (UCA) y el Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP) de la Fundación Dr. Guillermo Manuel Ungo (Fundaungo), son contundentes. Le dan al partido Nuevas Ideas ─el partido que fundó Bukele─ 68.8 y 60.3 por ciento de intención de voto, respectivamente, para la elección de diputados de la Asamblea Legislativa.

De concretarse estos pronósticos, el partido de Bukele podría conseguir la mayoría de los 84 escaños; ya sea absoluta con 43 o la mayoría calificada con 56 diputados, que con esa intención de voto podría estar a su alcance.

Este escenario no sería nuevo en la política salvadoreña. El país tiene antecedentes históricos de lo que implican las mayorías legislativas unidas al ejecutivo; donde más que un reparto hay una concentración del poder.

No será la primera vez

“En los años 80 la Democracia Cristiana obtuvo una mayoría amplísima en la Asamblea Legislativa. Esto le permitió al presidente José Napoleón Duarte gobernar en plena guerra civil sin prestarle atención a la oposición…En la postguerra con la derecha tradicional gobernando a través de la Alianza Republicana Nacionalista (Arena); también fue usual que el presidente contara con la disponibilidad de sus diputados en la Asamblea Legislativa. En ambos casos actuaban como si se tratara de un solo órgano y no de dos que hicieran un contrapeso”, explica Roberto Burgos, académico universitario.

Para Burgos el problema es que ahora, por las muestras de autoritarismo dadas por Bukele, el país tiene un escenario distinto.

Bukele ganó la presidencia a los 37 años y desde que tomó posesión en junio del 2019 instauró lo que muchos llaman "el estilo milenial". Caracterizado entre otras cosas por dar órdenes a sus funcionarios a través de la red social Twitter.

Pero en febrero de 2020, la negativa de los diputados de aprobar un préstamo para financiar parte de su programa de seguridad ciudadana, descubrió el lado oscuro de Bukele. La oposición de los diputados lo llevó a tomar la sede del Poder Legislativo con apoyo de la Policía y el Ejército. La decisión fue ampliamente rechazada y el presidente del Legislativo calificó el hecho como un intento de golpe de Estado.

Puede leer también: Movida de Bukele, ¿amago autoritario o error de cálculo?»

Temen que Bukele concentre el poder

Esto ha despertado el temor de que Bukele utilice la mayoría del Legislativo para anular los controles y contrapesos del Ejecutivo; que son propios de la democracia.

“La tendencia de Bukele hacia el autoritarismo radical, lamentablemente hace recordar al presidente de Nicaragua Daniel Ortega y a otros autoritarios del continente y del mundo. Entonces nos arriesgamos como país a tener un presidente con el autoritarismo acentuado, muy poca experiencia política y además muy poca vocación política; que confía en obtener mayoría calificada como apuntan las encuestas. Esto le permitirá nombrar a los funcionarios de segundo grado. Es decir a aquellos que la Asamblea Legislativa elige y que son los que desempeñan funciones de contraloría, de manera particular al Poder Ejecutivo”.

Roberto Burgos, académico universitario

Los nombramientos a los que el catedrático se refiere están programados por ley para los próximos meses y años y son los de:

  • Magistrados de la Corte de Cuentas
  • Magistrados de la Corte Suprema de Justicia (incluido el presidente)
  • Procurador General de la República y
  • Procurador de Defensa de la Derechos Humanos.

Burgos teme que el nombramiento de funcionarios afines al Ejecutivo propiciarían una concentración de poder, que desconfiguraría el Estado constitucional de Derecho. En el cual a la supremacía de la Constitución se le suman: la colaboración entre los órganos del Estado, el reconocimiento de los derechos humanos y el balance de poderes.

Los votantes están desencantados

“En lugar de eso lo que tendríamos es una concentración de poderes en manos de un presidente como insisto, con una clara vocación autoritaria; y en un país donde la democracia ha tenido muy poco arraigo en las últimas décadas”, advierte Burgos.

El catedrático atribuye la decisión de un sector de la población de votar por este partido ─pese a los riesgos─ al desconocimiento de la historia. Pero también al desencanto de la población por la forma en que han actuado los partidos tradicionales en las últimas décadas.

Además, recuerda que otro factor que puede asegurar el triunfo de Nuevas Ideas es la alta abstención que ha caracterizado los últimos procesos electorales salvadoreños. “Recuerde para llegar a la presidencia Bukele solo obtuvo el voto del 24 por ciento de los votantes registrados en el padrón electoral”, señala Burgos.

Aldo Álvarez, secretario nacional de comunicaciones de Cambio Democrático ─partido aliado de Nuevas Ideas─ dice que efectivamente, Bukele solo obtuvo alrededor de 1 millón de votos de los casi 4.3 millones de votantes que incluye el padrón electoral; pero considera que lo importante es que ese millón de votos representó casi el 70 por ciento de los que participaron en ese proceso.

Aliados defiende importancia del control legislativo

Álvarez confía en que en las elecciones del 28 de febrero haya más participación. Calcula que entre el 55 y 60 por ciento de los votantes asistirá a las urnas. Y asegura que de concretarse los pronósticos, la mayoría de diputados le permitiría a Bukele cumplir muchas de las promesas de su campaña; especialmente las que requieren de la aprobación del Legislativo.

Entre ellos el incremento de las asignaciones presupuestarias a educación, salud y seguridad. También, grandes proyectos como el Tren del Pacífico y el aeropuerto de la zona Oriental del país.

Además, Álvarez atribuye el temor “de un minoritario sector” a que, saben que perderán sus privilegios; y a que no podrán seguir “influenciando” las decisiones del Gobierno, “como históricamente lo han hecho por su poderío económico”.

También, a que el nombramiento de un nuevo Fiscal que en realidad cumpla con su función, llevará ante la ley a muchos que tienen deudas pendientes, porque históricamente se han apropiado de los bienes del Estado.

Votantes se desencantaron porque el cambio nunca llegó

Con respecto a la baja intención de voto que muestran las encuestas ─menos del 10 por ciento─ para Arena y el FMLN que en su momento fueron la principal fuerza política del país, Álvarez lo atribuye al desencanto que provocaron en los votantes las acciones realizadas por los gobernantes de estos partidos.

“La gente tenía la percepción de la corrupción de Arena en los 20 años que gobernó. Pero a partir del 2009 puso su esperanza en el cambio con el FMLN, pero la gente empezó a ver que el cambio nunca llegó. Al contrario, comenzaron los señalamientos de corrupción, acumulamiento de bienes, mantenimiento de estructuras y la criminalidad no bajó”.

Aldo Álvarez, secretario nacional de comunicaciones de Cambio Democrático

El político añade que “de hecho, durante el primer gobierno del FMLN se dijo que hubo una especie de tregua con los grupos pandilleriles. Luego vinieron los señalamientos de defalco al presidente Mauricio Funes y los manejos de la partida secreta de donde salían fondos millonarios, particularmente para la compra de conciencias”.

Por su parte la Conferencia Episcopal lamentó que el ambiente preelectoral esté “contaminado por la falta de diálogo, la falta de respeto al adversario, la intolerancia y el desprecio”; en el que “a los candidatos les han faltado propuestas inteligentes y ofrecimientos sensatos y les han sobrado los insultos”.

Los insultos a los que se refieren los obispos de la Conferencia Episcopal de El Salvador han abundado en todos los sectores. Incluso en la boca del presidente Bukele. En un acto público reciente, el mandatario calificó de “delincuentes, criminales y ladrones” a los políticos opositores que confían en el Tribunal Supremo Electoral (TSE) del que él ha mostrado su desconfianza.

Estrenará tecnología

En las elecciones del 28 de febrero, por primera vez en su historia el Tribunal Supremo Electoral (TSE) de El Salvador, utilizará un software para contar los votos en cada una de las 8,451 mesas electorales que serán distribuidas en los 1,595 centros de votación del país. En cada mesa habrá 700 papeletas para cada elección.

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